Vázquez Mourelle abordó hoy en el Parlamento esta intervención que supondrá una inversión de la Xunta que asciende a 5 millones de euros.
Explicó que se prevé la contratación inmediata de la redacción del proyecto constructivo, para que esté listo en el primero semestre del próximo año y poder, a continuación, licitar las obras.
Indicó que alternativa elegida, fruto del estudio exhaustivo de cinco opciones, es un nuevo trazado de 840 metros de longitud que irá a una cuota intermedia entre la traza por donde transcurría antes la carretera y donde corona.
Señaló que esto permitirá salvar la zona en la que se produjo el derrumbamiento y que la pendiente máxima no supere el 8%, para garantizar así la circulación de camiones y autobuses incluso con el tiempo adverso del invierno.
Apuntó que el objetivo de esta opción es garantizar la seguridad, pues al discurrir por la parte intermedia de la ladera, evita la zona principal donde se produjo el colapso, lo que elimina los riesgos asociados a la presencia de posibles *oquedades o cámaras que habían podido favorecer hundimientos posteriores.
La solución elegida también permite reconstruir la carretera con el máximo cuidado ambiental, evitando la afición a la Red Natura predominante en la zona.
Puso en valor el trabajo intenso de la Xunta desde que se produjo el desprendimiento de la ladera en el mes de marzo en esta carretera. Así, desde lo primero día se apuntaron las posibles causas, derivadas de la actividad de la cantera; se definió un desvío provisional que se ejecutó con una inversión de más de 1 *M€, y se puso servicio en poco más de dos meses.
En paralelo la esta actuación, recordó que la Xunta viene de comenzar la 1ª fase de las obras de mejora de la carretera LU-651 entre Ferrería Vieja y Seoane, para la ampliación en un trecho de 3,5 km. De acuerdo con el Ayuntamiento de Folgoso, se decidió no iniciar esta obra hasta que estuvo ejecutado y en servicio el acceso provisional para minimizar las aficiones a la movilidad de los vecinos.
Ethel Vázquez subrayó la transparencia, el diálogo y la agilidad con las que vino trabajando la Xunta ante lo ocurrido en la carretera de Folgoso, ya que se actuó en concordancia con la gravedad del problema y sin escatimar esfuerzos técnicos ni económicos.
Lamentó que el Gobierno central no siguiera el mismo procedimiento en el caso del colapso del viaducto del Castro, que continúa provocando inseguridad, malestar y una enorme preocupación entre los vecinos de Pedrafita y entre los transportistas que ven cada vez más complicado su labor cotidiana en el acceso a Galicia.